otros de su riqueza o de su fuerza,
otros de ir a la moda más absurda,
de halcones, o lebreles, o caballos.
Cada carácter sigue sus placeres
y en ellos halla gozos especiales,
mas yo por estas cosas no me mido,
que tengo otra mejor que las incluye.
Tu amor me es preferible a la alta alcurnia,
muy más que la riqueza o las galas,
de más placer que halcones o caballos.
Más que nadie, teniéndote, me ufano.
Mi única miseria es que tú puedes
quitarme todo y hacerme miserable.